viernes, 4 de marzo de 2011

Bicho raro. No, ¡soy ingeniero!


La verdad es que hay días en que uno se siente un bicho raro. Hablas con tus amigos y piensas que o ellos o tú viven en otro mundo. Te cuentan mil y una batallas de su trabajo, que si sus compañeros, que si han leído no sé que leches... y por alguna extraña razón a ti te interesa y cuando llegas a casa te pones a leer sobre el tema. Sin embargo les cuentas alguna coseja y como que no te siguen, es como si una nube de aburrimiento cayera sobre tus palabras (y no miro a nadie).

Cuando le cuentas a alguien que estudias ingeniería técnica industrial, especialidad en mecánica (es mi caso) y te dice si le puedes mirar el coche se te cae el alma a los pies. Entonces ve el poema de cara que tienes y te pregunta "¿y que es exactamente lo que estudias?". La respuesta es clara, vas a lo fácil y les dices "¡ingeniería!". Ponte tú a explicarles lo que haces en el trabajo, o lo que has visto el último día en mecánica de fluidos. ¡¡¡Nube de aburrimiento a la vista!!!

Y es que para lo bueno o para lo malo, hay algo que a las personas de perfil técnico nos diferencia del resto (y no es el Rh negativo, jajaja), algo que desde pequeñitos está ahí escondido y que va desarrollándose en nuestro interior.


3 comentarios:

  1. ¿podra llevar una vida normal?No, será ingeniero...jajajaja!! oh dios mío, qué diagnóstico más tragico!!! iTor, eres el mejor!!!

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  2. tú ríete pero yo era un poco así de pequeño!!! jajaja

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