Llegar a casa corriendo del trabajo, preparar la comida, dar de comer al gato mientras se calienta en el micro y luego qué... porque comer por comer es tontería. Algo hay que hacer mientras tanto. Pues un par de monólogos del Club de la comedia y que vas a clase con una sonrisa de oreja a oreja. Para empezar hoy os pongo el que acabo de ver. ¡Probad y veréis!
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