miércoles, 21 de septiembre de 2011

Relajaros, bajad las persianas y disfrutad


No, todavía no me he podido olvidar de ella. Cada vez que hablo con alguien sobre el tema me viene a la cabeza. Fue una relación intensa y complicada, llena de buenos y malos momentos, pero sobre todo si tengo que calificarla de alguna forma, diría que fue pasional.

The Wire no se puede vivir de otra forma. Te enamoras de cada uno de los personajes, buenos y malos (si llegas a separar la paja del trigo en algún momento), de la música, del mismo Baltimore.

Cuando la gente me pide que les recomiende una serie siempre dudo si animarles a ver The Wire. Estamos acostumbrados a las series rápidas, de acción frenética en las que cada cinco minutos hay un desenlace y la complejidad de la trama, por lo tanto, es bastante simple (excepto en 24, donde la trama se complicaba en proporciones bíblicas en cuestión de segundos). Para disfrutar The Wire es necesario ante todo estar tranquilo, relajado. Esconder el móvil y bajar las persianas tampoco es mala idea. Y a partir de ahí dejarse llevar por la trama y saborear cada escena como si fuera un buen vino. ¿No me creéis? Pues haced una prueba. Relajaros, bajad las persianas, esconded el móvil y disfrutar de la siguiente escena. 




Brutal, ¿no?  :)



No hay comentarios:

Publicar un comentario