miércoles, 30 de noviembre de 2011

Y volvimos del sur


La verdad es que Sevilla ha sido todo un descubrimiento. Fin de semana grande donde los haya, pasará a la historia por descubrir:
  • Que pese a teorías y bulos de origen desconocido, se confirma que los sevillanos si ponen puerta en el baño. Por lo tanto también se confirma que Sebas, alguien te ha tongao (algo malo tenía que tener la casa, jajaja)
  • ¡Lo bien que se come en Sevilla! Para corroborar esto, acudir a álbum de Facebook
  • Si un niño sevillano con velocidad V es arrollado por un chaval, digamos que de 27 años, 1'81m de altura y velocidad V en sentido opuesto a la del niño, lo más probable es que caiga sobre un boñigo de caballo con una velocidad 20V... 
  • No creo que llegue a entender nunca eso de bicis con cajas de cerveza a lo cestillo.
  • Que si dos frikis suben a La Giralda, el tema más probable de conversación será sobre los accionamientos y mecanismos de los badajos de las campanas... ¡cualquiera que nos oyerá fliparía!
  • Las gitanas del laurel de Sevilla son más espabiladas que las del Retiro. Y llevan cambio por si pagas en billete (verídico, y no preguntéis cómo lo sé)
  • Hacer deporte en Sevilla es una maravilla, y si no que se lo digan a algunos...
  • Calle Betis y alrededores... no digo más.
  • ¡¡¡Que volveré!!!
Y ahora os dejo con unos minutos musicales. El tema de hoy, el único que sonó en las 10 horas de coche con un mínimo de consenso, sin lanzamiento de cuchillos ni miradas asesinas, jeje. Qué ganas tenía de ponerlo... :)
 


Mi piace andare piano, piano,
como Adriano Celentanobecause like thisbecause like this si arriva lontano.  
Cuando nací, ¡qué triunfo!,
entendí que había sido capaz de ganar
a cien millones de hombres rana en celular.
Y había nivel, y trampas.
El segundo quería estudiar alemán,
pero volcó en las caderas de mamá.
Hoy voy a decirlo: ¡cómo me amo!
Y tú ya no puedes hacerme daño.
Soy un ser divino, ven a adorarme.
¡Qué buena suerte amarme tanto!
  
Luego crecí, ¡qué trauma!,
percibí que aquí fuera no había piedad,
yo no iba a ser el rey del mundo.
Algo más tarde, ya un hombre,
me juré no volver a olvidarlo jamás,
fui el ganador del gran circuito de Le Mans.
  
Hoy voy a decirlo: ¡cómo me amo!
Y tú ya no puedes hacerme daño.
Soy un ser divino, ven a adorarme.
¡Qué buena suerte amarme tanto!
  
Oh, el síndrome Universal,
la vida te sentó en un diván,
contando todo tipo de traumas.
Oh, podrías pensar un rato en él,
quería estudiar, recuerda como te empujaba.
Y quedó segundo, uuuhhh ...

Hoy voy a decirlo: ¡cómo me amo!
Y tú ya no puedes hacerme daño.
Soy un ser divino, ven a adorarme.
¡Qué buena suerte amarme tanto!
Di no al pánico, sin pánico, sin pánico, no al pánico.
Edipo contra Electra,
narcisismo es lo que impera.
Qué simpático, simpático, carismático, simpático.
Edipo contra Electra,
tus complejos a la hoguera, ¡ya!

No hay comentarios:

Publicar un comentario